viernes, 12 de agosto de 2011

Ramón Casas i Carbó, realismo, dibujos y retratos de una época.

Ramón Casas (Barcelona 1866-1932)  a través de la numerosa correspondencia que mantuvo a lo largo de su vida, con familiares, amigos y colaboradores más cercanos, ejercitó su habilidad con el dibujo. Casas prefería hacer uso de dibujos descriptivos, explicando que esto le resultaba más fácil que escribir.

Ramón Casas y Carbó

Esta faceta del artista era poco conocida hasta bien entrada la década de los ochenta,concretamente a partir de 1889 cuando ilustró la crónica de un viaje en carro por Cataluña  con su amigo el pintor Santiago Rusiñol. Este viaje fue recogido en una serie de cartas publicadas por la Vanguardia bajo el titulo "Desde mi carro". Esta experiencia se repetiría en ocasiones posteriores "De Vich a Barcelona" crónica de un viaje en bicicleta, en 1894 nuevamente a través de los dibujos a pluma para ilustrar las cartas remitidas por Santiago Rusiñol al periódico la Vanguardia como corresponsal en París y publicados posteriormente bajo el nombre "Desde el Molino". Se trataba de unos dibujos dinàmicos y esquemáticos que reflejaban las peripecias de artistas catalanes como Canudas, Utrillo, Rusiñol y Casas entre otros, en el Montmartre bohemio de finales del siglo XIX.


De Vich a Barcelona

 Casas y su amigo Pere Romeu,  acompañados por Ziem, el perro del pintor.


En 1898 encontramos en la revista "El gato negro", dirigida por Carlos Ossorio Gallardo, algunos dibujos dentro de la línea realista y sintética que le caracteriza.



En febrero de 1899 comienza a publicarse la revista "Quatre Gats" bajo la dirección de Pere Romeu, con la ayuda de Miquel Utrillo, redactor y Ramón Casas como director artístico e ilustrador. La revista y tanto Casas como el resto de colaboradores gráficos Nonell, Regoyos, Rusiñol, Gosé, F. Sardà i R. Opisso se inspiró en el "Gil Blas" parisino y su gran ilustrador Steilen. Casas ilustrara la portada de los números 1 y 10 y muchas de las contraportadas donde comienza a publicar su serie de retratos al carbón de personalidades y artistas de su época.

Pere Romeu

"Quatre Gats" tuvo una vida efímera y fue sustituida el mes de junio de este año 1899 por "Pèl & Ploma" que nació, conservando el mismo formato y mismo número de páginas, cuatro, la misma distribución de las ilustraciones a dos páginas, exteriores y los mismos directores literario (M. Utrillo) y artístico (R. Casas). Casas es el ilustrador principal. En esta nueva etapa magníficas ilustraciones ocupan la primera página. La última, recogía los retratos al carbón de diversas personalidades de la cultura y la política del momento. La parte inferior de algunas páginas se destinaba a los anuncios comerciales, también dibujados por Casas.




Esta publicación, por sus elevados costes de producción no fue nunca rentable, sin embargo, le proporcionó  popularidad y muchos otros encargos que le permitieron compensar con creces el coste de la publicación. La figura de la mujer se convierte en el tema iconográfico preferido en sus ilustraciones.
Casas creó un estilo personal y una escuela  modernista, el realismo y la síntesis de sus dibujos se oponen al decorativismo y el simbolismo del Art Nouveau imperante.





A finales de 1899 inaugura una exposición antológica de su obra, hecho asociado en esos momentos a las exposiciones a título póstumo, Ramón Casas tenía solamente 32 años pero una gran cantidad de obras. En esta exposición presentó mucha obra pictórica, pero también sirvió para presentar una parte de su producción no conocida de una extensa colección de retratos al carbón de personalidades diversas del mundo de la cultura, la política o los negocios. Concretamente se presentaron 132 retratos al carbón que Casas había  realizado a lo largo de aquel año. Esta colección sirvió para presentar muchas de la obras que ilustraban las contraportadas de la revista Pèl & Ploma.



Al respeto de la exposición Opisso de la Vanguardia comentó que "la exposición podía ser considerada la más espantosa derrota de la fotografía como reproducción de la realidad. La fotografía es la realidad de un fugitivo segundo, no la verdad permanente y estos retratos son la verdad entera, durable, completa y psicológica". La muestra consagro a Casas como el  mejor retratista de su época, consiguiendo una descripción psicológica perfecta de los personajes representados.

Autorretrato.


 Durante el período que Casas pasó en Madrid entre los años 1904 y 1905, la colección de retratos  se amplio con personalidades de la ciudad. El año 1908 Casas hizo llegar a Albert Bastardas, alcalde de Barcelona, su deseo donar su colección de retratos al Museo de Barcelona. Puig i Cadafalch, presidente de la Junta de Museos, comunicó al artista la aceptación entusiasta de la colección y dicha donación tuvo lugar el día 3 de mayo de 1909, después de la exposición pública de las obras en las Galerías del Faianç Català. 200 retratos al carbón, aunque actualmente se conoce la existencia de más de 328 realizados por el artista.